Esta vez la Ostia en verso no trata de una noticia concreta,
sino de un personaje lamentable y patético que está llevando al estado a la
ruina. El honorabilísimo Mariano Rajoy.
Otro seguramente hubiera hecho igual que él, porque está quedando demostrado gracias a su total desvergüenza que los políticos son una casta que se protege y autoalimenta para seguir viviendo del chollo. En los debates parece que se llevan mal, se ponen de vuelta y media, y luego se van juntos al bar a tomar algo. Son compañeros de trabajo.
Otro seguramente hubiera hecho igual que él, porque está quedando demostrado gracias a su total desvergüenza que los políticos son una casta que se protege y autoalimenta para seguir viviendo del chollo. En los debates parece que se llevan mal, se ponen de vuelta y media, y luego se van juntos al bar a tomar algo. Son compañeros de trabajo.
Bueno, el ilustrísimo Mariano Rajoy es este señor que vive
sometido por Ángela Merkel, dejando que ella gobierne el estado a su antojo. A
él ya le va bien así, con que lo mejor es dejarla hacer.
De vez en cuando da lamentables ruedas de prensa escondiéndose
tras una pantalla de plasma, para que nadie le pregunte. Obviamente, no sabría
que responder. ¡¡¡¡¡La última rueda de prensa del año la dio en directo!!!!!!
Eso sí, respondiendo tonterías y tirando balones fuera.
Este ha sido el año en que hemos aprendido mucho de
economía, y de empleo de la lengua española. De economía hemos aprendido lo que
es la contabilidad A y B, y que además
de cuentas suizas también hay sobres madrileños, valencianos, etc., donde meter
bien de pasta. En el empleo de la lengua hemos tenido las clases magistrales,
entre otros , de la gran Mª Dolores de Cospedal con su “Simulación de
indemnización en diferido de lo que antes era una retribución”, refiriéndose a
la pasta que le pagaron a Bárcenas cuando le echaron de tesorero. ¡¡¡Pues aún
hay gente que los defiende!!!
El año ha acabado con la reforma de la ley del aborto, que
es una clara cortina de humo para esconder toda la basura que tienen dentro del
partido, pero que van a arruinarle la vida a muchísimas personas. Dicen que
defienden la vida pero, si tienes un hijo con graves deficiencias, no vas a
tener ninguna ayuda para cuidarlo, ya que están quitándolas todas. Vaya, que lo
que defienden no es la vida, sino el parir. Habrá que ver cuántas señoras del
PP, y cuantas hijas de diputados, abortan en la clandestinidad. ¡¡Yo de hecho
se lo deseo a todas!! ¡Que el Karma les
devuelva todas sus fechorías!
Podríamos seguir hablando de la exsanidad, exeducación, el
exderecho a un trabajo digno, el exderecho a una vivienda digna, y demás logros
de esta gente, pero, me estoy empezando a calentar
Bueno, en estas fechas tan entrañables vamos a dedicarle un
tierno villancico al jefe de todos estos delincuentes.
Mariano Rajoy, si en
2014 desapareces del mapa, harás feliz a mucha gente. A mi me da igual que sean
fuerzas superiores o terrenas (un rayo divino, o 200kg de goma2). Simplemente
creo que el beneficio de la mayoría, está por encima del tuyo propio.
Miguel Rafael Martos Sánchez, artísticamente conocido como
Raphael (Linares, Jaén, España, 5 de mayo de 1943), es un cantante español.
Raphael empezó su carrera profesional como cantante con el
sello discográfico Philips. Para distinguirse asimismo adoptó la grafía
"PH" del nombre de la compañía y se "bautizó" como
"Raphael". Sus primeros sencillos fueron "Te voy a contar mi
vida" y "A pesar de todo" entre otros. Raphael es conocido
internacionalmente por su expresión facial, ya que en cada canción tiende a
adoptar gestos altamente dramáticos en su rostro. También posee una voz
profunda y grave que ha usado con frecuencia desde el comienzo de su carrera
hasta evocar la aproximación de integrante de coro en algunas canciones.
«El pequeño tamborilero» es una canción de Navidad popular
épica, cuya letra relata la historia imaginaria de un niño que se gana la vida
con un tambor y que, no teniendo nada con que obsequiar al neonato Mesías en la
Nochebuena, decide darle una serenata con su instrumento como prueba de amor,
hecho ante el cual el Recién Nacido le mira y le sonríe dándole a entender que
ha comprendido la intención.
La primera versión grabada que Raphael hace de “La canción
del tamborilero” la podemos encontrar en “Raphael canta a la Navidad”
(1965-Hispavox -actualmente sello discográfico de EMI). Un LP millonario en
ventas, no solo cuando apareció, en las Navidades de 1965, sino también año
tras año, de modo que once años después Hispavox lo reeditaría en formato
single.
El 5 de febrero de 1966, La canción del tamborilero, se
situó en el número uno en la venta de singles de España y permaneció en ese
lugar durante 2 semanas.
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